La gran familia Ramón y Cajal da la enhorabuena al Dr. Jerónimo Rodríguez Beltrán, Premio Nacional de Investigación

El Dr. RODRÍGUEZ BELTRÁN, investigador principal del grupo "BIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DE MICROORGANISMOS" del área 2 del IRYCIS, cuenta con una destacada trayectoria. Tras su doctorado en el CNB-CSIC y el IBiS, lidera su grupo de investigación (www.evodynamicslab.com) en el IRYCIS desde 2021 con un contrato Miguel Servet (ISCIII/IRYCIS) y, asimismo, es investigador CIBER. Ha obtenido financiación para dos proyectos nacionales (ISCIII y Fundación Soria Melguizo) y RRHH competitivos para nutrir su equipo de investigación (ISCIII, CAM). Ha publicado múltiples artículos de alto impacto y ha sido galardonado con el premio "Karen Ippen-Ihler Memorial" (2018) y el Premio Jaime Ferrán (2023). En 2022 recibió una ERC-Starting Grant, proyecto de excelencia con el que el Consejo Europeo de Investigación distingue la prometedora labor de los jóvenes científicos y científicas más brillantes.

El pasado jueves 17 de octubre la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, anunció las personas galardonadas con los Premios Nacionales de Investigación 2024, que cuentan con 20 modalidades dotadas con 30.000 euros cada una y que son "el reconocimiento más importante de España en el ámbito de la investigación científica". La modalidad Margarita Salas, en Biología, ha recaído en el Dr. Rodríguez Beltrán que "Ha sido premiado por la excelencia y calidad de su trabajo con marcado reconocimiento internacional y, en especial, por su contribución en la investigación sobre la resistencia a antibióticos, uno de los mayores retos en Salud Global. El liderazgo en sus proyectos, el número y calidad de sus publicaciones, así como la capacidad para obtener recursos y su visión innovadora y multidisciplinar, le hacen merecedor de este premio".

IRYCIS: Buenos días Dr. Rodríguez Beltrán, ¡ENHORABUENA por el premio! ¿Nos puedes contar qué significa para ti este premio?

Jerónimo Rodríguez: Muchísimas cosas. Lo primero que se me viene a la cabeza es que es un reconocimiento excepcional a la ciencia que estamos haciendo en el laboratorio. El premio nos dice que vamos por el buen camino y que tenemos que seguir así, lo cual también supone una enorme responsabilidad. Tengo el firme convencimiento de que la ciencia es un esfuerzo colaborativo, por lo que también me acuerdo de todos los científicos y científicas excelentes que me han ayudado a llegar hasta aquí. He tenido el privilegio de aprender, trabajar y disfrutar con los y las mejores. El premio es tan suyo como mío. Por último, me acuerdo de mi familia. De mis hijas y mi mujer. De mi Madre y de mi Abuela y, sobre todo, de mi Abuelo. A veces las mejores cosas de la vida vienen acompañadas del sabor agridulce de no poder compartirlas con los que ya no están.

¿Cómo describirías brevemente tu línea de investigación a alguien que no sabe nada sobre el tema?

En el laboratorio intentamos abordar uno de los mayores desafíos para la salud pública: la resistencia a los antibióticos. En concreto, intentamos entender cómo aparecen y se propagan las bacterias resistentes. Creemos que si conseguimos un conocimiento profundo sobre los mecanismos evolutivos que promueven la aparición de la resistencia seremos capaces de, por un lado, prevenir su diseminación y, por otro, desarrollar nuevas terapias que faciliten la eliminación selectiva de patógenos multi-resistentes.

¿Qué te motivó a dedicarte a la investigación? ¿Hubo algún momento en tu vida que lo definiera?

Como buen estudiante de Biología, siempre me ha intrigado la diversidad de formas que manifiesta la vida en la Tierra, y en particular, la vida microbiana. De aquellos tiempos de Universidad, recuerdo muy bien el día en el que nos enseñaron que las bacterias pueden transferirse genes de una a otra, incluso aunque no compartan ningún parentesco. Aquel día entendí que las bacterias son organismos increíbles, capaces de habitar en todos los ambientes de nuestro planeta, pero también de plantearnos un enorme problema para el control de las enfermedades infecciosas. Creo que fue en ese preciso momento cuando decidí dedicarme a la investigación.    

¿Qué es lo más desafiante y lo más gratificante de ser un investigador joven en tu campo?

Empiezo por lo fácil. Lo más gratificante es tener el privilegio de trabajar todos los días rodeado de gente inteligente, motivada y motivadora, y muy divertida. Resulta una alegría inmensa compartir el día a día con científicos y científicas jóvenes de inmenso talento. A veces pienso que aprendo yo más de ellos que ellos de mí. Los lunes son lunes para todos, pero supongo que si te gusta tu trabajo y la gente con la que trabajas se hacen un poco menos lunes. La parte más desafiante es intentar mantener una financiación para el laboratorio que permita sostener con contratos dignos a toda esa gente que mencionaba antes y que representan la base y, por tanto, el fundamento de la investigación.

Pensando en impacto y futuro, ¿cómo crees que tu investigación contribuirá a resolver los desafíos actuales de la resistencia a los antibióticos?

El problema de la resistencia es multifactorial y muy, muy complejo. Muchos factores sociales, culturales, clínicos, industriales, ecológicos y evolutivos nos han llevado hasta esta situación. Revertirla, por tanto, requerirá un esfuerzo conjunto de muchos actores diferentes que no necesariamente están acostumbrados a colaborar. Además, será necesaria una apuesta muy decidida por parte de los poderes públicos para desarrollar nuevos antibióticos. Por nuestra parte, intentamos aportar nuestro granito de arena en este escenario y espero que, si todo va bien, podamos desarrollar herramientas terapéuticas basadas en una medicina más personalizada y específica, en la que se actúe sobre un patógeno en concreto y se eviten muchos de los efectos secundarios que a nivel de resistencia generan los tratamientos actuales. Para ello, estoy convencido que el camino pasa por entender muy bien cómo se desarrollan y evolucionan las bacterias resistentes.

¿Qué mensaje le darías a alguien que está empezando en el mundo de la investigación y para quien eres un referente?

¡Que se busque un referente mejor! [se ríe]. No, en serio, creo que la investigación es una profesión súper emocionante, en la que cada día tienes el privilegio de poder satisfacer tu curiosidad. Sin embargo, también es un campo extremadamente competitivo. Yo le recomendaría a la gente que empieza que persiga su curiosidad, y que no haga caso de las voces que les van a intentar inculcar un modo único de desarrollar su carrera profesional. En mi experiencia, cada científico y cada científica ha desarrollado su propia carrera, y todas son distintas e igualmente válidas. Cada uno ha de encontrar su camino.

Para finalizar terminamos con cuatro preguntas rápidas para que nos respondas lo primero que se te pase por la cabeza. ¿Si no fueras investigador, en qué crees que estarías trabajando ahora mismo?

Mi sueño es ser astronauta y trabajar en la Estación Espacial Internacional.

Imagina que la ciencia es una película, ¿qué título le pondrías a la historia de tu carrera científica hasta ahora?

Desafío Total.

Si tuvieras la oportunidad de invitar a dos personas (vivas o no) a un café para hablar de ciencia, ¿a quiénes escogerías?

Invitaría sin duda a Salvador Luria y Max Delbruck (Nobel en el 1969), científicos pioneros que supieron ver lo invisible armados únicamente con su inteligencia.

Si tuvieras un superpoder científico, ¿cuál elegirías y cómo lo usarías para cambiar el mundo?

Creo que precisamente lo más bonito de la ciencia es que los científicos y las científicas somos gente común que puede hacer descubrimientos con el potencial de cambiar el mundo sin necesidad de tener superpoderes.

"En el IRYCIS estamos muy orgullosos/as de este premio que reconoce la ciencia de excelencia llevada a cabo por el Dr. Rodríguez Beltrán, que no solo contribuye al progreso y bienestar de la sociedad, sino también a la visibilidad del talento joven de nuestro país. ENHORABUENA"