La cromatografía de gases-masas (GC-MS) es una técnica que combina la capacidad de separación que presenta la cromatografía de gases con la sensibilidad y capacidad selectiva del detector de masas. Esta combinación permite analizar y cuantificar compuestos trazas en mezclas complejas con un alto grado de efectividad. Esta técnica está indicada para la separación de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles.
La técnica consiste en que la muestra se volatiliza y se inyecta en una columna cromatográfica capilar. La elución se produce por el flujo de una fase móvil de un gas inerte que transporta los analitos a través de la columna. Los analitos quedan retenidos reversiblemente como consecuencia de un proceso de adsorción física. Los componentes separados son eluidos de la columna y registrados por un detector de MS, obteniéndose un espectro de masas que representa la abundancia de diferentes tipos de iones en función de la relación masa/carga de cada uno de ellos. La utilización de GC-MS está restringida a la separación de compuestos de peso molecular menor de 1000 y a una temperatura máxima de trabajo de unos 400 ºC.